
Con actores que se expresan en lengua de señas y diálogos subtitulados en simultáneo, Sordoyentes es un relato sobre la discapacidad con un mensaje concientizador. En unas jornadas sobre inclusión laboral se presentaron algunas escenas como adelanto.
Una mesa en medio del escenario y un mate. El hombre con boina que entra en escena se sienta, prende la tele y mira. No habla, sólo ceba mate. Ingresa su compañera. Se queja con ella de lo que ve en la tele, no por la noticia en sí sino porque el noticiero no tiene subtítulos, sólo un espacio pequeño del a pantalla para un intérprete. Después llega el hijo, oyente, y es quien media entre el noticiero y sus padres. Todo se explica en lengua de señas.
La propuesta corresponde a una escena de la obra de teatro “Sordoyentes”, cuyos diálogos enteramente expresados en Lengua de Señas Argentina (LSA) muestran la cotidianidad de una familia con integrantes sordos y oyentes. Si bien la obra se estrenará en marzo próximo, el fragmento fue presentado en las Segundas Jornadas “Empleo para la inclusión”, que tuvo lugar en diciembre último, organizadas por la Agencia Nacional de Discapacidad, el Ministerio de Modernización y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
“Es una obra realista, en la que pusimos el corazón y donde van a poder conocer la realidad de las familias oyentes con hijos sordos y de las familias sordas con hijos oyentes”, dice Ágata Fornasa, presidenta de Señas en Acción (SEA), la organización detrás de su elaboración.
“El teatro es un espacio donde uno tiene que poner el cuerpo y el alma, y más cuando uno lo quiere hacer en otro idioma, como la lengua de señas”, agrega. La pieza no solo es accesible para quienes leen LSA: en tiempo real, los subtítulos pueden leerse en una pantalla montada para ese fin.

“Trabaja la integración real arriba del escenario” porque el elenco está conformado por personas sordas y oyentes. “Yo soy actriz y ya estaba trabajando en la escuela Gabriela Mistral como intérprete de lengua de señas, y estaba en contacto con personas sordas”, dice Fornasa y recuerda que cuando empezó a realizar obras de teatro siempre se quedaba “pendiente que vinieran mis amigos sordos, las personas sordas que yo quería”.
Hace algunos años el mismo grupo realizó la obra “Eva Duarte y los Demás” basada en la historia real de los primeros años de ‘Evita’, que trataba el espacio cultural del teatro como parte de la lengua de señas y fue vista por unos 1500 espectadores.
En cuanto al trabajo de integración en el propio escenario Fornasa destaca que “la integración se da muy naturalmente porque la mayoría de las personas que estamos arriba del escenario sabemos LSA y podemos entendernos todos lo que todos dicen y ahí, entonces, no hay barreras. En los ensayos todos hablamos lengua de señas”.
También explica que se realizan las obras de esta manera, y no con voz en off, “porque creemos que la voz de los personajes y de las personas sordas que están arriba del escenario existe y no necesitamos modularlas”. En cuanto a la recepción de la obra por parte de las personas oyentes dice que “se ponen en el lugar del otro, entienden a la persona sorda desde otro lugar. Les atrapa la lengua de señas y quieren aprender. Ahí está el desafío”.

SEA está conformado por un equipo interdisciplinario de profesionales formado por personas sordas, intérpretes en LSA, docentes y psicólogos. Sus objetivos son la difusión la lengua de señas, la creación de espacios accesibles y la promoción de la inclusión de la comunidad sorda, mientras se crean “puentes de comunicación” entre personas sorda y oyentes.