El derecho a practicar una fe o a ser incluidos en una religión no suele estar presente en las agendas públicas sobre discapacidad, sin embargo éste es un aspecto central para la constitución individual de una persona.

*Por prof. Maricel Vallejos
Cuando nos referimos a los derechos de las personas con discapacidad generalmente apuntamos a la satisfacción de las necesidades básicas, perdiendo de vista otros derechos como por ejemplo el que en esta oportunidad me convoca: el derecho a practicar una fe o a ser incluidos en una religión.
Nuestra Constitución Nacional establece la libertad de culto, esto se refiere a poder elegir la fe que quiero practicar y la comunidad de la quiero ser parte. ¿Pero qué pasa cuando se trata de una persona con discapacidad?
Antecedentes
Haciendo un poco de memoria y refiriéndome a la Iglesia Católica hasta hace unos años las personas con discapacidad no atravesaban la etapa preparatoria para recibir los sacramentos de iniciación cristiana. Algunos sacerdotes los consideraban “angelitos” que no necesitaban hacerlo y otros, incapaces de comprender el mensaje divino, quizás solo no encontraban la forma.
En estos últimos años y como es de público conocimiento, la mirada hacia la discapacidad en sociedad ha cambiado y la Iglesia como parte de ella también fue abriendo nuevos caminos. Tomando como ejemplo al más grande de los pedagogos, Jesús, enseñaba por medio de parábolas y apelando a que pudieran comprender (MT 4,33).
Un derecho

Pastoral
La Pastoral de Sordos de Corrientes es un espacio donde las personas sordas reciben, trasmiten y comparten sus experiencias de vida además de su fe, con otros que hablan su misma lengua (LS), un lugar donde no se divide a los mudos de los implantados u oralizados ni a los sordos ricos de los sordos pobres, simplemente se los hace parte.
Cuando en la celebración Eucarística existe la presencia de un intérprete, los sordos viven la ceremonia en profundidad como cualquier oyente y se sienten en comunión con todos los que dominicalmente asistimos a ella.
Es tan importante que cada religión tenga la voluntad de incluir, no sólo formando interpretes en lengua de señas si no también con biblias en sistema Braille, construyendo rampas y otras estrategias que hacen a una inclusión real. Para que ese derecho mencionado al principio de elegir la religión sea un derecho de todos.
Concluyo con las palabras de Jesús: “Todo lo que hagan por el más pequeño de mis hermanos lo hacen por mí”. No podemos ocultar que una limitación física, cognitiva o sensorial hace vivir en desventaja pero si la Ciencia nos dice que si pueden cuanto más nos debe decir la Fe.
Deseo profundamente que mi Iglesia, y todas las demás sigan abriendo las puertas y dando la bienvenida a la diversidad.
*La profesora en Educación Especial Maricel Vallejos es coordinadora de Sordos Católicos Corrientes. Catequista de Personas con discapacidad desde 2002 y coordinadora de sordos católicos desde 2009. “Asumí el compromiso de la interpretación dominical de la Santa Misa y de eventos religiosos en Corrientes y en la región porque creo que es algo que va más allá de cualquier trabajo o interés económico, es algo que me plenifica, soy interprete por vocación”, explicó.